En el capítulo 6 de Como en casa conocemos el Hotel Son Brull. Situado en la Sierra de Tramontana y a menos de 50 minutos de Palma de Mallorca encontramos el Hotel Son Brull, un monasterio del siglo XVIII rodeado de un paisaje inigualable con olivos y viñas. Se trata de uno de los hoteles de mayor encanto de España, símbolo del buen gusto decorativo.
Sus propietarios, Miquel y Alex Suau, son hermanos, amigos y socios, y ya desde niños tenían claro que esa ruina abandonada que veían al pasar con el coche debía ser lo que hoy es: un hotel que aúna historia y actualidad.
Su arquitectura respeta la original pero dándole un toque contemporáneo de forma que conviven la historia del espacio con la calidad de los materiales actuales. Así, los materiales nobles como la piedra, la madera o el cemento pulido están muy presentes en la arquitectura del edificio. El blanco predomina en las paredes y se combina con las antiguas vigas y el pan de oro que decora el techo del restaurante y los pasillos.
El hotel cuenta con 16 habitaciones y 7 amplias suites en las que los huéspedes con tratados como reyes. Se les recibe con frutas y cava y el ambiente es agradable y acogedor. En algunos lugares comunes hay obras de distintos artistas mallorquines, como es el caso de la que se puede contemplar en la recepción.
En un ambiente tan confortable no puede faltar una zona de spa para mimar cuerpo y mente. Entre la oferta de relax de este lugar destaca el yoga, los masajes, y las terapias corporales con bolsitas rellenas de huesos de olivas calientes.
La oferta gastronómica es amplia y, sobre todo, apuesta por los alimentos autóctonos y ecológicos. El desayuno, tipo buffet, cuenta con gran variedad de productos para todos los gustos elaborados a partir de los alimentos que cultivan en su propio huerto. Joan Marc Garcías, jefe de cocina del hotel cataloga la comida de este lugar como «sencilla, arraigada a la gastronomía popular de la isla, pero con un punto más moderno y actual».
Los olivos y viñas de la finca posibilitan incluso que puedan cultivar su propio aceite que están empezando a comercializar y que pretenden distribuir en tiendas especializadas.
Además, por su situación en el norte de la isla es posible realizar todo tipo de actividades en su entorno; tanto de montaña (senderismo en la Sierra de Tramontana) como acuáticas (vela, buceo, saltos acuáticos…) e incluso de aire.
La atmósfera única que rodea al hotel, la calidad de su comida y servicio y la hospitalidad y amable atención del personal hacen de este hotel un lugar espectacular y un referente en la isla e incluso en nuestro país.
