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La boda de Mariola y Camillo

En el episodio 8 del programa Mi boda T2 asistimos al enlace de Mariola, una diseñadora de joyas de 29 años, y Camillo, un artista de 32. Los novios se conocieron en una fiesta en Italia y tuvieron que estar viviendo su amor a distancia, hasta que por fin han decidido estar juntos para siempre.

Para la ocasión el novio ha elegido traje negro, camisa blanca y corbata azul, zapatos negros y un toque de color en los calcetines: rosa. Sus amigos, le ayudan a prepararse para el gran día y aprovechan la ocasión para brindar. La novia ha diseñado su vestido con una tela antigua de su abuela combinado con pedrería de cristal. También lleva una pulsera de su bisabuela, zapatos forrados de lana y tacón de pedrería y abrigo de inspiración Chanel. El velo es de tul y lleva blonda del mismo encaje del vestido. Además, en su pelo luce una corona trenzada aderezada con una tiara antigua de oro amarillo, perlas y diamantes.

Lara de Casaos conmigo es la encargada de diseñar la decoración del enlace, inspirada en el invierno, estación favorita de la novia y en la que tiene lugar la ceremonia, y lo ha hecho sin caer en el tópico navideño. Javier de Masshiro es quien se ocupará de la exquisita decoración floral y del ramo de la novia, en los que destacan los tonos verdes, blancos y grises, que aportarán gran elegancia y se inspiran en el entorno rústico de la boda.

En cuanto a la comida, la tarta corre a cargo de Cream Bakery que diseña la característica tarta de boda de diferentes pisos que tanto gusta a la novia. El resto del menú ha sido preparado por Palacio Esquileo y está compuesto por entrantes, crema de guisantes al aroma de la menta y solomillo de buey a la brasa.

Las fotos, realizadas por Sara Lobla suponen un reto por la poca luz que hay en invierno, pero la naturalidad de los novios y de los invitados, que proceden de distintos lugares del mundo, hacen que la sesión esté siendo preciosa.

Tras el banquete, la novia se prepara para el baile y la fiesta soltándose el pelo y luciendo una corona de flores mucho más divertida. Como sorpresas finales unos mariachis (ya que Mariola es mitad mexicana) amenizan la fiesta y también la novia tiene un bonito detalle con sus padres aprovechando que es su aniversario, y con el resto de los invitados. Ha preparado un juego con piñatas, algo típico mexicano, dentro de las cuales hay objetos muy originales como pintauñas, calcetines, gorros de invierno y mucho más. Todos los invitados se lo pasan en grande disfrutando de este enlace tan especial.

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