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Hoteles para mimarte: Experiencia única en A Quinta Da Auga

En el capítulo 9 de Hoteles para mimarte, viajamos a Galicia, concretamente a Santiago de Compostela, tierra de magia y paisajes de cuento. Allí, conocemos el hotel A quinta da Auga, un exquisito paraje natural de robles centenarios en los que disfrutar a partes iguales de la serenidad rural y la vitalidad de la capital gallega.

El edificio es una antigua fábrica industrial del siglo XVIII, envuelta por una finca de 10.000 metros cuadrados, que se ha ido reinventando y reciclando. Los propietarios han tratado de mantener el espíritu de la época transformando el edificio en un resort de lujo.

La directora, Luisa Lorenzo, nos explica que se trata de un proyecto familiar en el que a través de una finca abandonada construyeron un complejo hotelero. El arquitecto de este proyecto, ideó una arquitectura relacionada con su emplazamiento, construyendo un edificio de grandes dimensiones y cuidando las humedades provocadas por las lluvias.

La hospitalidad de este hotel está reconocida bajo el sello de Hoteles Relais & Chateaux. Estos hoteles cumplen con unos requisitos específicos, destacando las características culturales, gastronómicas y deportivas.

A pesar de su amplia superficie, el complejo sólo cuenta con 51 habitaciones, todas ellas con una decoración diferente que combina el encanto del viejo mundo  con la elegancia moderna del nuevo. Uno de los espacios más especiales para propietaria, es la sala de lectura, que se encuentra entre dos zonas verdes acristaladas y dispone de una variedad única de libros relacionados con la arquitectura.

La decoración de A Quinta da Auga mezcla la tradición y la modernidad del entorno. Los pasillos son de papel vinílico de color verde y de alta dureza para evitar los rozamientos. La recepción está decorada en tonos dorados con materiales de grafito. La cafetería es de estilo francés, con tapicería de los años 50 y sillas de color verde y blanco. El salón transmite un ambiente cálido y acogedor, decorado con piezas antiguas.

Su centro neurálgico y origen, es el bosque de bambús, adecuado para preparar un picnic, leer un libro o simplemente pasear para buscar la relajación a través del sonido del agua del río Sar.

El Spa, está pensado para la relajación y la meditación de los clientes, se caracteriza por una amplia carta de masajes de auténtico lujo para los sentidos. Además, su diseño, su calidez y su carácter íntimo, reflejan un lugar exquisito y especialmente exclusivo.

Su cocina es también referente y plato fuerte del restaurante Filigrana. Su chef, Federico López-Arcai propone una oferta gastronómica con sabores gallegos y tradicionales. En esta ocasión, el chef nos ofrece una receta de pescado fresco, conocida como pinto de la ría a la gallega.

Santiago de Compostela es un lugar de espiritualización y peregrinaje, ideal para visitar barrios y monumentos históricos. Además, es una zona perfecta para conocer a través del Club Náutico Portosín las Rías Baixas que envuelven la región. Desde luego, este lugar es todo un lujo para disfrutar de la naturaleza, el relax y la buena vida.

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