Durante el año 2010 la rentabilidad de las farmacias se ha visto afectada por la reducción de márgenes y la crisis económica, por lo que la fidelización de los clientes en este momento adquiere una mayor relevancia. En este punto, los medicamentos homeopáticos pueden convertirse en un excelente motor de desarrollo de nuestra oficina de farmacia. El primer paso lo tienen que dar los propios farmacéuticos, y convencerse de ésta gran oportunidad.
Entre los beneficios que el empleo de medicamentos homeopáticos conlleva en la oficina de farmacia hay que destacar dos: el económico y el hecho de no estar afectados por la reducción de márgenes, ya que son medicamentos de venta libre.
Los medicamentos homeopáticos representan una oportunidad para desarrollar el consejo en las farmacias, gracias también a su perfil de seguridad y tolerancia que permiten que puedan ser aconsejados a la mayoría de los pacientes de cualquier edad.
Además, son medicamentos innovadores, poco conocidos y explotados, con cierta personalización, que crean un sello de identidad a aquella que los trabaja bien. Lo que les diferencia de otros productos es que, por ser medicamentos, son de venta exclusiva en farmacia.
Los requisitos para trabajar con medicamentos homeopáticos en la oficina de farmacia son poco exigentes, basta con una inversión no muy grande, un servicio diario de reparto y lo más importante, una formación mínima y la adquisición de la capacidad de recomendación: son medicamentos y, por tanto, tienen que estar incluidos en la práctica habitual.
Es recomendable tener una exposición continuada (merchandising) para que el público que acuda a la oficina de farmacia se percate de que se encuentra disponible un apartado de este tipo de medicamentos. A la hora de fidelizar a un cliente/paciente, también agradecen toda la información que se les pueda entregar como folletos, guías del paciente, etc., ya que en muchas ocasiones se dispone de conocimientos equivocados sobre los medicamentos homeopáticos.
Los medicamentos homeopáticos no son sólo un motor de desarrollo a nivel económico de la oficina de farmacia, sino también una vía para fidelizar a los clientes/pacientes.
