En el programa de televisión Fondo de Armario, Laura Opazo nos enseña cuáles son las prendas básicas que no nos deben faltar, así como su historia y formas de llevarlas.
No hay duda de que la mejor prenda para los días de lluvia es el chubasquero. Protege del agua y en algunos casos, también del frío. A lo largo del tiempo ha sucumbido a las modas y a las tendencias y lo podemos encontrar en todo tipo de formatos.
Un poco de historia…
El origen de las prendas impermeables data de la Prehistoria, cuando los hombres de la Edad de Piedra protegían su cuerpo con capas de ropa. Los inuit creaban prendas de ropa hechas con piel de caribú que impermeabilizaban con aceite de pescado. En China hacían prendas de seda que protegían con cera y aceite para que repeliesen el agua.
El tejido tal y como lo conocemos hoy en día nace en el siglo XVI con los colonos españoles y portugueses que fueron en busca de las Américas. Allí descubrieron que los indígenas barnizaban las prendas con savia de árbol que, al secarse con el contacto del aire, se convertía en caucho. Empezaron a enviar toneladas de este material a Europa, pero era difícil de conservar y daba un aspecto pegajoso a la ropa.
La solución llegó con Charles Mackintosh, un químico escocés que patentó el primer tejido impermeable y que, en 1823, abrió su fábrica Mackintosh & Co. Pero sus abrigos no eran perfectos: en invierno eran muy rígidos y en verano muy pegajosos. Esto se combatió con la llamada vulcanización, que se aplicó tanto a neumáticos como a impermeables.
¿Cómo elegimos?
Muchas veces pensamos que se trata únicamente de una prenda técnica que nos protege de la lluvia y del viento y se nos olvida que los chubasqueros también pueden ser una pieza de lo más estilística.
El chubasquero o impermeable está hecho de material plastificado o laminado con plástico. Aunque algunos tienen también algo de tejido acolchado o térmico para que nos resulten más confortables.
Hay modelos que nos permiten combinarlos con todo nuestro armario. Por ejemplo, el impermeable transparente. Normalmente tiene un tamaño oversize que se lleva por encima de la ropa y completa nuestro look.
También podemos optar por otros un poco más atrevidos como los chubasqueros metalizados, los que tienen textiles o incluso, los impermeables con material reciclado de velas de kite.
Consejos para el cuidado
Si alguna vez utilizamos un chubasquero en verano y debajo llevamos una prenda de manga corta, es importante tener en cuenta que no debemos utilizar productos químicos como cremas solares, maquillajes o desodorantes.
Otro consejo es fijarse en la etiqueta de lavado. Normalmente se pueden lavar a mano y a máquina, pero siempre evitando el suavizante. Es fundamental aclararlos bien para que no queden restos.
Existen en el mercado sprays y productos especiales que ayudan a que las prendas se vuelvan a impermeabilizar en el caso de que hayan sufrido algún desgaste.
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