Francine Gálvez comienza el capitulo 9 de Date un capricho visitando Teria Yabar, un espacio donde bisutería de alta calidad y complementos se unen.
Teria Yabar es una diseñadora que apuesta por bisutería XL y muy llamativa en todas sus creaciones. Su propuesta está muy alejada de la frase «menos es más» y sus diseños de inspiración barroca son también actos para el día a día, dando el toque espectacular a un sencillo conjunto de ropa.
Las perlas son un clásico de la casa, que cada temporada renueva añadiéndole toques de tendencia como una cruz. Además, no sólo tiene bisutería si no que su colección se amplía con bolsos y complementos como guantes e incluso ropa como sencillos vestidos para adornar con sus vistosos collares y zapatos.
El segundo lugar al que se dirige la presentadora es Rosa Blasco, una tienda que combina prêt-à-porter, peletería y alta costura. Su pieza fetiche para el invierno es un abrigo reversible de piel que se hace a medida y se puede seleccionar desde el color (incluso tiñéndolo), hasta el largo.
Es un lugar donde encontrar también vestidos de fiesta como bodas, donde el abanico es muy amplio: largos con pedrería, cuerpos que pueden transformarse en vestidos o trajes de princesa en seda. Sobre los diseños que se proponen se pueden hacer todos los cambios que el cliente desee.
En tercer lugar, Francine repone fuerzas en Mmm-us un lugar de estilo neoyorquino donde tomar un menú cien por cien ecológico y natural.
En un antiguo almacén de tejidos, su dueña Elena de Miguel ha creado este espacio donde combinan diseño y comida sana. Han destrozado las paredes para crear un bar-despensa-casa con aires industriales. Su menú es abierto y cada día lo escriben en un lugar distinto. También disponen de tienda de vinos entre los que destacan los ecológicos. Además, los objetos que decoran el local también están a la venta.
Para terminar, Francine visita Modernario, un anticuario de muebles de diseño del siglo XX. En este lugar hay piezas que datan incluso de antes de los años 30 de diferentes autores y escuelas como la holandesa, la alemana, Bauhaus…
Realmente se trata de obras de arte únicas, piezas de coleccionista entre las que destacan, sobre todo, sillas y lámparas.
Algunos de los artículos de iluminación más codiciados son una lámpara de techo de la firma italiana Stilnovo que se encuentra en estado original o una lámpara dorada de Alvar Aalto de 1937. En cuanto a sillas, destaca una de 1955 en madera de cerezo y con un respaldo a base de hilos de nylon.
