Kati y Esteban llevan dos años de relación en la que han tenido un hijo de cinco meses llamado como su padre. Él le pidió en matrimonio cuando ya esperaban el bebé y decidieron celebrar la boda y el bautizo el mismo día para no hacer doble fiesta que significaba doble gasto.
Tras casarse en la iglesia, celebraron el banquete en una finca con los 150 invitados.