Para evitar problemas de comportamiento de nuestros animales, debemos acudir a personas especializadas en ello. Son los etólogos.
Muchas veces, puedes acudir a consultas, o pedir que se hagan visitas a domicilio.
Las estrellas del mal comportamiento son la agresividad hacia la familia o la ansiedad por separación.
La razón de una ansiedad por separación suele ser un exceso de apego entre el perro y la familia. Ocurriría como con un niño pequeño.
Los tratamientos pueden ser muy diversos, y dependen mucho del perro en concreto y del entorno en el que se ha criado. A veces, no basta con tratamientos de conducta a través de ejercicios, sino que hay que recurrir a medicamentos que ayuden a orientar la conducta.
No existen razas más peligrosas o agresivas que otras. Determinadas razas, en caso de que aparezca la agresividad, es más peligrosa. Pero no por la raza, sino por el entorno en el que vive.
